domingo, 27 de noviembre de 2011

Pensamientos cambiantes

Buenas tardes. He aquí la séptima entrada, tal vez la primera en la que diga alguna cosa que sea verdad. Lo cierto es que todas las anteriores iban como prólogo para esta. Antes de entrar al meollo de la entrada ahí os dejo la canción que corresponde a esta entrada. The Scorpions - Wind of change.

Wind Of Change by Scorpions on Grooveshark

Anoche, alrededor de media noche, después de más de 8 meses con esta decisión tomada, confesé, mientras estabamos rodeando una acogedora hoguera. No estaban todas las personas a las que me hubiera gustado contárselo, pero para compensar, a un selecto grupo de personas se lo había contado durante la última semana.

Mientras llegaba el momento de la confesión, pensaba exactamente que palabras escoger, como atreverme a elevar mi temblorosa voz al mundo exterior aún a sabiendas que en mi cabeza todo suena distinto a como luego lo hace afuera. Una vez llegó la última persona y se sentó junto a esa hoguera y después de haberme preguntado en un susurro qué es aquello tan importante que tenía que decir me cargué de valor.

Saqué un Chupa Chups, de mi bolsillo derecho, que tenía reservado desde hace meses para este momento al haber sido un regalo importante, lo apreté bien fuerte entre las manos y las escasas palabras que salieron de mi boca iban cargadas de recuerdos pasados, pensamientos presentes y sueños futuros.

- "Por favor, ¿me escucháis solo un segundo? Ya sabéis que llevo meses estudiando y nunca os había dicho el por qué, hoy ha llegado el momento de que lo sepáis. Os podréis ya imaginar lo que es, llevo mucho tiempo preparando el terreno a base de gracias, pero... ahora va en serio, exactamente hoy, día 27, dentro de 2 meses, me marcharé de Murcia camino de Madrid, el que será mi nuevo hogar."

Eso era lo único en lo que podía pensar durante toda la tarde, intentando encontrar el momento en que este secreto a voces cogiera un sentido literal, y fuera dicho. De las poquitas cosas que me dijisteis me quedo con dos frases. Una de ellas fue un "no te preocupes, te iremos a visitar" y algo que me partió momentaneamente el alma, de una persona que ya me dijo hace un par de meses que creía saberlo, acertó y tuve que mentirle bellacamente "aunque ya lo sabía, solo puedo llorar". Esa frase me hace pensar que de verdad he sido y soy una persona con la que habéis pasado buenos y malos momentos. Por mi manera de ser, y aunque le de más importancia a los mejores, me quedo con esos malos momentos en los que creo haberos podido ayudar. Por mi empatía, tengo un don a la hora de ver cuando una persona está mal, y aunque la conozca de ese mismo día y esa persona no sepa ni mi nombre, siempre he intentado estar ahí, sacandole una sonrisa. Una sonrisa que rara vez no os consigo arrancar aunque a la vez recorra en la comisura de los labios una gota salada procedente de los ojos. Esa escena, esa sonrisa con la que me deleitais en ese mal momento, es el mejor recuerdo que llevaré en mi equipaje.

Lo más fácil sería seguir aquí, con mi vida, mi trabajo, mi familia y mis amigos, pero a veces, aunque el cambio de miedo, tenemos que lanzarnos hacia él. No se que hay detrás de cada una de nuestras decisiones, ni quiero saberlo. Pero hay algunas decisiones que con el corazón y el cerebro en pugna, siempre hacen más ilusión de tomar. Y sin ilusión si que no vamos a ninguna parte.

Me estoy enrollando más de lo necesario, y aunque aún queden estos sesenta y un días por delante, esta será mi despedida oficial. Esperando que, si alguno de vosotros es embargado por alguna ínfima parte de tristeza, sonríais porque yo estaré, por mucho que soplen vientos de cambio, devolviéndoos la sonrisa.

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